Eva Krejsová y Jiří Hochman

“Tiene gracia... No tenía pensado ser una chef pastelera como mi madre... Mi madre vendía todos los días sus pasteles y delicias en los mercados locales. No le daba demasiada importancia hasta que conocí a Jiří. No sólo me enamoré de él, sino que también me contagió su pasión por la pastelería. Así es como abrimos nuestras 2 pequeñas tiendas en el corazón de Tábor. Hoy en día, estas tiendas son nuestra vida.

"Nunca soñamos con ser los mejores pasteleros del mundo. Lo que hacemos es soñar con hacer las cosas bien."

Obviamente, tenemos nuestros ideales, pero nunca con el objetivo de convertirnos en los mejores pasteleros del mundo. Lo que hacemos es soñar con hacer las cosas bien. Usamos ingredientes simples y de gran calidad cultivados por los agricultores en los pueblos vecinos, como nuestra leche, nata, yogur, bayas y frutas. También respetamos la elaboración, la artesanía. Quiero saber la función de cada ingrediente con respecto al sabor y la composición. Quiero saber cómo funciona ... siempre respetando la simplicidad. Nuestra pastelería no se trata de combinaciones de sabores complicados - sin embargo, tiene sabores simples y directos. Los pasteles de chocolate deben ser de chocolate.

Con los años, nos hemos centrado en pasteles clásicos, pasteles tradicionales checos y helado. Siempre nos ha funcionado bien... y lo más importante, les encanta a nuestros clientes, ¡aunque quizás debería llamarlos amigos! Ese es nuestro objetivo. Que a los clientes les guste tanto y estén tan felices con lo que hacemos que vuelvan una y otra vez. "Para ello, trabajamos todos y cada uno de los días del año. Y no nos gustaría hacer otra cosa.”